
UN MUNDIAL POLÍTICO, TECNOLÓGICO Y SOFOCANTE
El VAR, los derechos humanos, la identidad de género, el negocio millonario, el daño ambiental: todo convierte al fútbol de Mundial de Qatar en el más “contaminado” que se recuerde. Hasta los resultados imprevistos -como el mal trago que se llevó Argentina- parecen fruto de un juego de ciencia en el que la pelota y la creatividad de los jugadores aparecen condicionados por la tecnología.