CATÁLOGO DE MERCHANDISING Y OBJETOS DE PROPAGANDA PERONISTA

Por: Pedro Saborido

La propaganda política es concepto despectivo en sí mismo: para el sentido común dominante,  la propaganda política es una práctica indeseable y maligna.  Pero no comunicar a la población sobre los logros de una gestión política es algo muy riesgoso. Habitualmente suele confundirse lo que hace un gobierno con logros derivados del azar, de la meritocracia, de la situación socioeconómica mundial, o del mismísimo Dios, según el caso. Por ello, para los especialistas, parte intrínseca de un buen gobierno, es una buena propaganda política.

Ilustración: Francisco Borghini

Yo siempre digo que soy el mejor

porque mi madre me enseñó a no mentir  

Muhammad Ali

La propaganda política es concepto despectivo en sí mismo: para el sentido común dominante,  la propaganda política es una práctica indeseable y maligna.  Pero no comunicar a la población sobre los logros de una gestión política es algo muy riesgoso. Habitualmente suele confundirse lo que hace un gobierno con logros derivados del azar, de la meritocracia, de la situación socioeconómica mundial, o del mismísimo Dios, según el caso. Por ello, para los especialistas, parte intrínseca de un buen gobierno, es una buena propaganda política.

El peronismo siempre fue criticado por sus supuestos excesos propagandísticos. En todo caso, se lo puede acusar de no ser discreto. Lo contrario del capitalismo, que hace propaganda todo el tiempo pero siempre disimulando. Pero el  peronismo es exhibicionista. Y ha creado hermosos objetos como los mencionados en este catálogo.

 

Parte de un catálogo de artículos peronistas

 

SCALEXTRIC DE PERON Y EVITA

Pista en forma de perfil de Evita (similar a lo que se dice es Ciudad Evita vista desde el aire). Es uno de los primeros juegos de autitos eléctricos en pista con carriles. Se pueden ver dos autos. Un Rastrojero industria Argentina, conducido por un muñequito que parece Perón, aunque es más parecido al legendario actor italiano Alberto Sordi y un Siam Di Tella, conducido por Evita. El de Evita va más rápido y descarrila con facilidad. El de Perón va más despacio, pero llega. Se dice que Perón lo mandó a diseñar así como para que los niños sepan que con actitudes pasionales y revolucionarias se es más veloz pero no se llega lejos. A juzgar por actitudes de la generación que jugó con este Scalextric (nacidos entre 1946 y 1952) lo que se proponía enseñar Perón no dio mucho resultado.

 

CASITA DEL TIEMPO

Clásico de la decoración y del souvernir de cualquier lugar turístico, en donde hay dos muñequitos, uno que sale cuando hay mal tiempo, siempre un hombre y otro muñequito, una mujer, que sale cuando hay buen tiempo. En este caso, haya buen o mal tiempo, sale Evita. Es tomado también como una metáfora, pero un poco más suspicaz. En otros modelos hay dos Perones que salen, a veces, al mismo tiempo. El mensaje parece ser “Siempre es buen tiempo cuando esta Perón”. Pero no queda claro.

 

AJEDREZ PERONÍSTICO

Interesante modalidad del clásico ajedrez, en este caso, donde invariablemente ganan las piezas negras. Obviamente el rey era Perón y la reina, Evita. El alfil un cura obrero, y así sucesivamente. Mientras las piezas negras tenían peones, las blancas tenían empleados. La particularidad es que mientras las piezas blancas “comían” a las piezas negras, estas, no “comían” sino que “sumaban al movimiento” cada pieza que capturaban. Es por eso que “los empleados blancos” se sumaban a las negras, y finalmente, la alianza de clases obrero/burguesa tiene muchas piezas más que la “blanca oligarquía” y ésta, entonces, pierde. En la realidad, el manejo del deseo burgués provoca el efecto contrario.

 

PARA EL ALMUERZO O LA CENA

En mantelería, los artículos más interesantes fueron los Manteles y Servilletas “A comer con Perón y Evita”.

El mantel presentaba, delante de cada comensal, una foto de Perón sosteniendo una bandeja, donde coincidía el plato que allí se apoyaba. De esta manera, quien come sobre este mantel, siente la sensación de que su plato está siendo ofrecido por el mismísimo Perón. Los más críticos sugieren que más que humildad al servir, el mensaje es “Perón te da de comer”. Las servilletas tienen la cara de Evita, por lo cual  al acercársela uno a la boca, da la idea de besar a Evita en la mejilla. “Darle un beso cariñoso a Evita después de comer. Como un agradecimiento. Ese es el mensaje” sostienen analistas opositores.

También había saleros y pimentero (Evita, obvio, era la pimienta), cuchillo y tenedor, botella de vinagre y botella de aceite y otros elementos que siempre se complementaban, uno con Perón y el otro con Evita.

El más llamativo, es el que parece darle origen a la denominación “Matrimonio” a la presentación del plato que combina un chorizo y una morcilla. En este caso son un “Porta Chorizo” (con la figura de Perón) y un “Porta Morcilla” (Evita). Este diseño esta también abierto a interpretaciones.

 

JUEGO DE MESA: NO LE DES PESCADO. DALE ASADO, PAN DULCE, SIDRA Y DESPUÉS SI QUIERE IR A PESCAR, ENSEÑALE.

Simpático juego didáctico/justicialista. Típico esquema de dados y tarjetas que hacen que se vaya avanzando en un recorrido. En el mismo  se aprende que si alguien tiene hambre, primero hay que asegurarse que la persona se alimente y después se puede encarar alguna capacitación laboral.

“Exigirle a alguien que tiene hambre que aprenda una tarea para poder comer es de hijo de puta. Primero que morfe. Es un derecho”, dice la  tarjeta inicial del juego. También trae una cañita, que tiene un hilo con un imán en la punta. Con ella se puede atrapar peces de plástico. Pero es una opción:

“Pescar debe ser una actividad recreativa y no una forma de resolver la subsistencia. Para eso está el Estado. Eso en cualquier país medianamente  serio de Europa lo saben. Pescar para romper las bolas y después comerse lo que se pescó está bien. Pero como única opción para alimentarse es de atrasados. Si los gorilas quieren vivir en un país así, que vivan ellos” dice una tarjeta, quizá la más esclarecedora, que se toma cada vez que con los dados sale un doble seis.

Por supuesto, el jugador puede elegir entre pescar o dormir una siesta si saca la tarjeta “Perón se va al sobre”, donde aparece un Perón sonriente que dice “Me gusta la siesta, porque puedo amanecer dos veces”.

                                                                     

Análisis y reflexión

Luego de hacer una propia reflexión sobre lo leído, ofrecemos al lector estas consideraciones.

 

Alejandra Vearcoeveech, politóloga, dice:

-Todos estos asuntos de la propaganda del peronismo terminan molestando. Lo cierto es que como siempre, lo que ofendía al país burgués no es lo que el peronismo hace, sino que se lo diga abiertamente sin tomarse el trabajo de engañar.  

Es llamativo el proceso psicológico que conduce a esta indignación. Es el “No disimulo” de la propaganda. El no tomarse el trabajo de construir un buen engaño, indigna. La misma indignación  de la esposa que descubre la infidelidad de su marido y se molesta “un poco más” porque él no se tomó el trabajo de ocultarlo mejor. La misma rabia que da al profesor el alumno que se copia obscenamente. El hacerlo “en la cara” es el disparador final de la indignación ante la propaganda política.

El peronismo debería aprenderlo, para no ser blanco fácil de las ya viejas críticas a su forma de difundir sus ideas y sus logros. Creo en un peronismo más careta. Porque la humanidad está cada vez más careta.

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