LA DESPEDIDA DE MACRI

Algunas imágenes y reflexiones desde la plaza de Mayo el 7 de diciembre.

Foto: Julián La Rocca

 

La plaza del “Hasta Luego” a Macri fue una versión empalidecida de la del 19 de octubre cuando aún se creían capaces de dar vuelta el resultado de las PASO. Sin oportunidad de triunfo las energías populares del macrismo menguaron: una Plaza de Mayo raleada que seguramente no se almacene como recuerdo.

 

Las mujeres de alrededor de 60 años siguieron siendo el sujeto abrumador: por cantidad, pero aún más por presencia. Si estaban acompañadas por sus maridos, lo usual es que ellas llevaran las banderas de Argentina, un paso adelante, consustanciadas. Mujeres pertenecientes a las heterogéneas clases medias urbanas. Muy a la moda, sobrias, severas o recatadísimas. Muchos collares con motivos religiosos, también con monedas.

 

En la del 19 de octubre nadie nos vio. En la plaza de la despedida estaban a la defensiva. Nos increparon varias veces: “tienen cara de infiltrados”, “ustedes parecen de La Cámpora”.

 

Saludaron, y posaron en selfies, Pinedo, Bullrich y Stanley.

 

Pocos carteles: “Democracia sí, comunismo no”. “Patricia sí, falopa no”. “El 41% los vigila”. Y el más extremo: “libertad a los militares que nos salvaron del comunismo”.

 

Dos charlas escuchadas entre la multitud del 19 de octubre permiten retener algo de lo que sienten y piensan.

 

Una mujer a su marido: “olé, acá no hay olor. Te imaginás las marchas de Cristina con olor a vino y marihuana? Acá no hay olor”.

 

Una mujer a otras dos mujeres: “vine en tren, y qué vi? Lo de siempre. Dos muchachos con pecheras sindicales saltando por encima de los molinetes. Es que la mitad de este país se acostumbró a vivir de arriba. Vivir de arriba es un sistema de vida. No creo que yo llegue a ver el cambio, ojalá mis nietos puedan vivir en otro país”.

 

El salto a la política de Cambiemos se fundó sobre la capacidad de desbordar un argumento silvestre de la derecha, como el de los olores. El macrismo expresó una composición de fuerzas más rica y compleja. Lo que no podemos saber todavía es si será capaz de sostenerla como oposición: sin casa rosada, sin gobierno de la provincia de Buenos Aires ni Boca, el trampolín de Macri a la política.

 

El debate social de fondo que indefectiblemente comenzará este 10 de diciembre será sobre los sistemas de vida, los valores producidos y las formas de organización social. Con la crudeza de la expulsión neoliberal a la vista de todos, Alberto y Cristina inician un nuevo ciclo político.

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